'Uribe no busca un tercer período, sino la perpetuación en el poder': César Gaviria

O es él, o no hay candidato uribista, "lo que equivale a liquidar a todos los precandidatos de la coalición de gobierno", dice Gaviria, en la más dura crítica al mandatario desde cuando es jefe del liberalismo.

Usted fue derrotado en su lucha contra el referendo...

Los liberales estamos en desacuerdo con el trámite del referendo, no sólo porque nos parece inconveniente para las instituciones democráticas, pues destruye por completo el sistema de pesos y contrapesos y concentra el poder en el Presidente de una manera desproporcionada, sino que ya hemos señalado los vicios de legalidad, de constitucionalidad y de origen de los recursos. Pero eso les corresponde juzgarlo a las cortes Constitucional y a la Suprema de Justicia.

¿La Corte Suprema qué investigará?

Ofrecimientos a cambio de votos; ya definió que eso es un delito. En relación con la pasada reelección, está juzgando el tema de las notarías. Ahora, hay denuncias del precandidato Rafael Pardo sobre el ofrecimiento de partidas de un fondo del Ministerio del Interior. No sólo se denuncia peculado por uso indebido de esos recursos, que eran para seguridad, si no que, además, los han ofrecido a cambio de la reelección. Hay una denuncia del representante Rozo y de la utilización de recursos del sistema carcelario.

¿El liberalismo se dedicará a demostrar supuestas ilegalidades y actos inconstitucionales para aprobar el referendo?

No. Todo está en manos de las cortes. Vamos a valorar el gobierno Uribe: en qué está fallando y dónde hay aciertos. A construir una agenda de reformas y de desarrollo.

Con una imagen positiva del 70 por ciento, ¿qué puede discutirse de la gestión del Presidente?

EL TIEMPO, en una encuesta de Datexco, reveló que sólo el 37 por ciento votaría a favor en un referendo.

¿Pero no le parece que ha sido un buen gobierno?

En seguridad tiene una buena cantidad de puntos a su favor; en otras áreas se raja por completo, incluyendo la seguridad de las grandes ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, con altísimas tasas de homicidios, robos e inseguridad.

¿En qué otras áreas se raja?

En muchas. Los colombianos estaban acostumbrados a que el gran financiador en vivienda de interés social era el Estado, y los resultados de la administración Uribe son precarios. Va a dejar el sistema de salud quebrado; la Corte Constitucional tuvo que decirle al Gobierno cuáles eran sus obligaciones en salud. La gente no tiene a dónde acudir; por eso tiene que recurrir a la tutela, porque el Gobierno es incapaz de hacer funcionar el sistema. Y el Presidente lo que ofrece es cuatro años más de lo mismo, de gente muriendo porque los sistemas de salud no funcionan; sin vivienda; sin empleo, de gente desplazada. Hemos vivido una terrible contrarreforma agraria. Al Gobierno no le importan los campesinos. La agricultura apenas crece la mitad del resto de la economía.

Pero las cifras sobre crecimiento en este gobierno muestran desarrollo...

Eso no es por políticas de Uribe. Era el boom internacional que se desinfló. Estamos en tasa de crecimiento cero. El Presidente va a dejar la tasa de desempleo en el mismo punto donde la encontró en el 2002. Y la tasa de crecimiento del país, en el inmediato futuro, va a ser absolutamente mediocre porque hay una multitud de tareas aplazadas. El Presidente nos dijo que habría un plan antirrecesivo, como el que hizo Lula en Brasil, que se decidió a construir un millón de viviendas; aquí no hicieron nada. Por otra parte, la estructura tributaria que Uribe diseñó es la más injusta que ha habido en la historia de Colombia; la más inequitativa. El Presidente se dedicó a regalar los recursos del impuesto de renta y a eso lo llama "confianza inversionista". Las solas exenciones del impuesto de renta ya valen más de 8 billones de pesos y él las ha regalado a manos llenas creando situaciones de competencia desleal y privilegios absurdos a favor de algunas de las más grandes compañías. Ya sabemos que una buena parte de esas grandes compañías no van a pagar impuesto al patrimonio, porque el Presidente se comprometió con ellos a no cobrarlo. L tributación depende cada vez más de impuestos antitécnicos, como el 4 por mil, el impuesto al patrimonio y los parafiscales, pero al Presidente lo que le gusta es regalar plata. Los ingresos públicos, en relación con el Producto Interno Bruto, han bajado del 17 al 14 por ciento en tres o cuatro años. Está desmantelando la tributación del país... y eso es lo que él llama la "confianza inversionista". Me parece una pesadilla.

Por cuenta de la recesión y de instituciones creadas en la Constitución del 91, que el Presidente trata de desvirtuar todos los días. No sólo quiere sacar adelante la reelección, o su perpetuación en el poder, quiere derogar la Constitución del 91; le he oído en el último mes dos discursos en los que embiste contra la Constitución, dice que no es legítima, que la votaron unos conjueces, que se hizo por Estado de sitio.