La medicina en Colombia comienza a nutrirse de dos mundos: uno, moderno, que trata sobre genética, trasplantes, células madre y clonación. Otro, milenario, al que los sistemas de salud se acercan con prudencia, que plantea soluciones a través de acupuntura, aromaterapia, homeopatía, yoga. O la misma fe, por la inseparable conexión entre la mente y el cuerpo.
Un hecho bien llamativo es que mientras nuestra medicina, se prepara, por una parte, para la clonación y el trasplante de células madre con fines terapéuticos, por la otra perfecciona el conocimiento y admite la práctica de medicinas complementarias o alternativas.
La medicina convencional (científica, biomédica o alopática) que antes rechazaba abiertamente las llamadas "medicinas alternativas" decidió abrir la puerta y desarrollar programas médicos con esas técnicas.
En E.U. uno de cada tres usuarios de servicios de salud recibe tratamientos considerados "no convencionales" y un número importante de facultades de medicina posee departamentos de medicina complementaria.
El médico Mauricio Eraso, de la Fundación Santa Fe , le dijo a EL TIEMPO: "Llegó la hora de dejar atrás viejas contradicciones y abrir nuevos caminos para el mejoramiento de la salud de individuos y comunidades".
Esta tesis la planteará el próximo viernes en un simposio médico internacional organizado por la prestigiosa Fundación Santa Fe, en el que, irónicamente, el tema central será el más avanzado de la medicina mundial: la clonación y las células madre. Será el encuentro de las dos grandes escuelas de medicina del mundo de hoy. Sobre las dos medicinas, trata el siguiente reportaje. Primero, la medicina de clonación y trasplantes.
El médico Gustavo Quintero, director de la división de educación de la fundación considera que "el país tiene que tomar pronto, muchas decisiones sobre células madre y clonación".
Doctor Quintero, ¿cuál el objetivo del simposio en materia de clonación?
Queremos estimular al país para hacer convenios de cooperación con países como Corea, que ha alcanzado gran desarrollo en este tema. Por eso traemos desde Corea, a los más grandes expertos sobre clonación.
¿Qué se busca, concretamente, con la clonación?
Hay clonación reproductiva y la hay terapéutica. La clonación reproductiva está proscrita en todas partes del mundo, es completamente antiética. La clonación terapéutica es el futuro de la medicina; si uno puede, por ejemplo, cultivar células madre para que produzcan insulina y sean útiles en el tratamiento de la diabetes del mismo paciente que la produce, pues, acabamos con la enfermedad en él.
¿Colombia tiene ya experiencia sobre células madre?
Una experiencia casi anecdótica.
¿Por qué dice usted que la clonación es el futuro de la medicina?
Porque mi propio organismo es capaz de producir células madre para el remedio de la enfermedad que yo padezca; diabetes o Parkinson o Alzheimer, etc. En un trasplante podríamos hacer que el organismo reconociera ese órgano como suyo, y evitaríamos el mayor problema del tema que es el rechazo. De manera que el futuro de la medicina está allí.
¿Cuál es el objetivo de la Fundación al plantear el tema de la clonación?
Que el país tenga conciencia de qué se puede hacer y de cómo se debe hacer, con las más autorizadas voces que hay en este momento en el mundo sobre el tema.
Colombia no tiene legislación sobre el tema...
No. Por eso los legisladores también están invitados para que vean cómo se comporta el tema en otras partes del mundo. Es urgente e importante que se legisle; es necesario un marco de referencia para avanzar en la investigación.
¿Sabe usted que la iglesia se opone a todo tipo de clonación?
Sí, lo se. Sin embargo, hay espacios de reflexión para la Iglesia en materia de clonación terapéutica y yo creo que la va a mirar como una alternativa válida. Actualmente se ha avanzado en el tema de teratomas, que es tomar células madre de tumores embrionarios